Fluminense llega a esta instancia con confianza y un rendimiento en alza, tras imponerse con autoridad 2-0 al Inter de Milán en los octavos de final, gracias a los goles de Germán Cano y Hércules en Charlotte. Bajo la dirección de Renato Gaúcho, el equipo brasileño acumula una racha invicta de 10 partidos, consolidándose como uno de los bloques defensivos más firmes del torneo, con apenas un gol recibido hasta ahora. En la fase de grupos del Mundial de Clubes sumó cinco puntos tras una victoria y dos empates, destacando por su capacidad para controlar el ritmo de los partidos y aprovechar los momentos clave, lo que lo convierte en un rival de alto riesgo para cualquiera en esta etapa del campeonato.
Al-Hilal llega a los cuartos de final con el impulso de haber dado el gran golpe del torneo al eliminar al Manchester City en un electrizante 4-3 tras la prórroga, en un partido donde brillaron Marcos Leonardo, Malcom y Koulibaly. El equipo saudí ya había mostrado su solidez en la fase de grupos, donde finalizó invicto con cinco puntos frente a Real Madrid, RB Salzburg y Pachuca. Dirigido con inteligencia táctica y respaldado por una plantilla de alto nivel internacional, Al-Hilal combina experiencia europea y talento brasileño en nombres como Koulibaly, João Cancelo, Rúben Neves, Milinkovic-Savic, Malcom y el arquero Bono. Este equilibrio entre jerarquía y dinámica lo posiciona como uno de los rivales más peligrosos de la competición.