El conjunto centroamericano atraviesa una pretemporada complicada, muy lejos del gran nivel mostrado en el cierre del Clausura, donde alcanzó las semifinales de la Liga MX y se consagró campeón de la Concacaf Champions League. A pesar de ese impulso reciente, el equipo no ha logrado trasladar ese buen momento a los partidos preparatorios de cara al Torneo Apertura, acumulando tres derrotas consecutivas en sus amistosos, incluso ante rivales de la Segunda División mexicana. Estas caídas han generado dudas sobre su rendimiento actual, y aunque juegue como “local” en este próximo compromiso, su falta de ritmo y de solidez en el juego podrían pesarle, dejando en suspenso su verdadero estado de forma.
Once Caldas afronta este compromiso en medio de un panorama complicado, arrastrando una racha negativa que evidencia su fragilidad competitiva reciente. El conjunto cafetero llega sin haber disputado partidos amistosos previos y con el peso de una fase eliminatoria de liga en la que no logró sumar ni una sola victoria en seis encuentros. Aunque logró meterse hace pocas semanas en la ronda final de la Copa Sudamericana, su balance de apenas dos triunfos en los últimos once partidos oficiales deja claro que atraviesa un momento de bajo rendimiento. La falta de ritmo, sumada a la inestabilidad en su funcionamiento colectivo, coloca al equipo en una posición desfavorable de cara a este nuevo reto, con pocas certezas futbolísticas y muchas dudas por despejar.
