Benfica fue una de las grandes sorpresas en la fase de grupos, finalizando en el primer lugar tras empatar 2-2 con Boca Juniors, golear 6-0 al Auckland City y vencer por la mínima al Bayern Múnich. El equipo dirigido por Bruno Lage llega invicto y con un impulso anímico importante, fortalecido además por no tener bajas confirmadas para el próximo compromiso. Ángel Di María se ha consolidado como la principal figura ofensiva, acumulando tres goles en el torneo, mientras que las reincorporaciones de Renato Sanches, tras superar una lesión, y Carreras, luego de cumplir su sanción, amplían las opciones del plantel. Con un rendimiento sólido y una plantilla completa, Benfica se perfila como un rival de cuidado en las fases decisivas.
Chelsea avanzó a la siguiente fase como segundo del Grupo D con 6 puntos, producto de sólidas victorias ante LAFC (2-0) y Espérance de Tunis (3-0), aunque cayó 1-3 frente a Flamengo en el cierre del grupo. Bajo la dirección de Enzo Maresca, el equipo llega sin bajas significativas, lo que le permite contar con una plantilla completa y en buen estado físico. La vuelta de Nico Jackson tras cumplir una suspensión fortalece el ataque, donde Cole Palmer y Pedro Neto se consolidan como las principales amenazas ofensivas. Además, el regreso de Robert Sánchez al arco titular refuerza la seguridad defensiva de un Chelsea que busca seguir avanzando con solidez en el Mundial de Clubes.
